Tenerlos es siempre una suerte, pero más lo es cuando llega el verano y podemos disfrutar de la sombra al aire libre a todas horas.
Los rincones de exterior son una auténtica debilidad para muchos, pero otros tantos desaprovechan este espacio o no le sacan todo el partido que podrían.
Hay un mundo de posibilidades en lo que a exteriores se refiere, tenemos muchas alternativas a la hora de embellecer y ponerlo precioso.
Los porches de madera, con tejas o vigas antiguas, son espacios donde colocar una estancia protegida con posibilidades para equiparlo y gozar del exterior aunque llueva.
Su estilo lo definirá los materiales que utilices y deberás tener en cuenta mantener la coherencia con el resto de la vivienda. Si es de estilo rústico, puedes emplear pilares de obra o madera y para el pavimento barro.
Su cubierta ha de tener la pendiente semejante a la de la vivienda, ya que es un volumen abierto que se aprecia desde fuera y por ello ha de armonizarse con el resto de la vivienda, es decir, hay que tratarlo como un conjunto.
También, porches separados de la casa.
Ubicar bajo el porche un comedor de verano da pié para degustar comidas y cenas junto a familiares y amigos. Un confortable comedor exterior nos permitirá disfrutar, no sólo de los platos y de la compañía, sino también de unas bonitas vistas.
El espacio que dispongas en el porche condiciona su distribución y es recomendable separarlo en zonas, otra idea muy interesante siempre que se pueda, es crear una cómoda zona donde leer y descansar.
Un rincón de descanso y lectura son algunos de los agradables ambientes exteriores que podemos crear si disponemos de un porche en nuestra casa.
Una tumbona nos permitirá relajarnos y disfrutar del sol y del reposo, en uno de nuestros rincones favoritos.